jueves, 21 de abril de 2011

El conseller.


-Ah, ¿no es el conseller?, como lo he visto calvito y con cuatro pelos. Si parece un gusano.


-Sí, es calvito pero tiene muy mala uva y además miente como un poseso. En mi hospital ha cerrado treinta camas pero está prohibido hablar de ello, hay que decir que son camas que no se han abierto. En fin, es como el gusano que has fotografiado. Cuando acabe su labor ya le encontrarán un puesto por los servicios prestados, como a Carod que ahora lo tienen a sueldo de 6.000 euros en el Hospital de Sta. Tecla de Tarragona como relaciones públicas, después de haber rebajado un 5% el salario a los trabajadores del hospital. Avecinan malos tiempos.


domingo, 13 de marzo de 2011

La canica cuadrada.


Mi hijo Pablo, el protagonista de Moâne, en su nueva andadura musical con su compañía La canica cuadrada, acompañando a Naiara.

viernes, 25 de febrero de 2011

El licenciado Ligero, por fin.


Bien, aquí lo teneis.
Mientras preparo otras cosas os invitaré a conocer a alguno de mis personajes.
No sufrais, no serán muchos.
Salud.

lunes, 7 de febrero de 2011

En esto me entretengo ahora...


_MG_1753, originalmente cargada por jmdedosrius.

martes, 1 de febrero de 2011

El futuro cumplió años...


Los pies ligeramente separados, el brazo de cuerda en línea con la flecha, el de arco con el hombro relajado, la mano bien anclada y la vista en la diana, ¿se puede pedir más con cuatro años de pasado y toda la vida por venir?
Bueno y ahora me retiro a limpiar babas y lagrimillas.

viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ AÑO 2.011

FELIZ AÑO 2.011







lunes, 1 de marzo de 2010

Virtudes 3.


Está tendida en la camilla. He de hacerle una ecografía y pincharle un tumor que tiene en el muslo. Llora sin ruido.
-No me haga daño.
-Es sólo un pinchazo. No le haré mucho daño. Voy a utilizar una aguja muy fina.
Toda su vida se ha pinchado pero las agujas le dan miedo.
-No me haga daño, repite, mientras solloza sin parar. Queda muy poco de la niña Virtudes que se desangraba en el quirófano durante una noche sin luz. Sólo algo de piel ajada y unos huesos huérfanos de músculos que hasta ayer esperaban en un arcén a que alguien los alquilara durante un rato para seguir matándose sin esperanza.
Virtudes llora.
Sabe que pronto acabará su viaje por el laberinto de errores y pérdidas por el que tanto transitó sin rumbo que terminó por perderse sin encontrar nunca la salida y tiene tanto miedo ahora que acaba su vida como el que tuvo acostada en un quirófano cuando su vida comenzaba.