lunes, 13 de octubre de 2008

Catálogo de soledades.

Tendí mi soledad en el alféizar de la ventana. Un poco de sol le vendría bien. Necesitaba aventarla. Había estado sin aflorar durante tanto tiempo que estaba adquiriendo un aroma rancio y un color desvaído. Al fin y al cabo era mi soledad y había que cuidarla no fuera a enquistarse como un grano o se transformara en un tumor inoperable.
Hay soledades muy suyas que asoman cuando más tranquilo estás. Son las soledades traicioneras. Si no se miman te pueden amargar durante muchos días.
La soledad es un activo poco apreciado, debe ser porque abunda. Pero no hay que confundirse, abunda la soledad en general pero cada uno tiene la suya, personal e intransferible a pesar de que alguna vez alguien intente traspasarte la suya. Debido a que hay tanta existen incluso mercados de soledad en el que algunos incautos la exponen sin decoro intentando atraer al personal. Pero esto es peligroso porque en ese mercado abundan los tiburones caza incautos que al primer atisbo de soledad te atrapan en el anzuelo de su hombro amigo y acabas pagando, literalmente, tu soledad y la suya. Son las soledades más caras que existen. Mucha gente arruina su vida en esos mercados. La contrapartida es que otros hacen su agosto en cualquier época del año en ese mercado, estas soledades abundan tras un episodio luctuoso o de pérdida sentimental. Son momentos propicios para que te asalten y piques su anzuelo.
Si cuidamos de nuestra soledad no querremos compartirla con nadie y nos dará muchas satisfacciones. A la mía le hablo mucho. Le cuento los hechos de mi vida, mis sentimientos, incluso le cuento algo de mis otras soledades. Las más profundas y escondidas. Pero le cuento poco no se vaya a sentir incomoda. Las soledades son muy celosas y a veces muy conflictivas si intuyen que te preocupas por otra soledad que pueda desbancarla.
La soledad es tan fiel como un perro. Es la única que te espera al otro lado del túnel cuando naces y la que te despide cuando entras en último día de tu vida. Porque nacemos y morimos sólos a pesar de la aparente compañía, ruidosa al principio y silenciosa al final. Algunas personas no se dan cuenta de ello y se asustan cuando aparece, como si fuera un fantasma, un fantasma propio que son los que más miedo dan. Suelen ser personas que se abaten cuando aparece en sus vidas pensando que serán muy desgraciadas si no se deshacen de ella. Suelen ser personas solas, pero no lo saben.
Sospecho que en una ocasión una de mis soledades se enamoró de mi. No me abandonaba nunca. Si me despertaba por la noche ella velaba mi sueño. Cuando me levantaba aparecía tras la puerta del armario o dentro de mis zapatillas. Fue una soledad incómoda. A estas soledades, al contrario de lo que pasa con los humanos, si no les haces caso terminan abandonandote. Se las conoce como soledades solas porque todo el mundo les da de lado. Son las soledades más tristes que existen porque no hay nada más duro para una soledad que no tener un humano en el que albergarse. Son soledades postizas que van apareciendo y buscan su lugar pero no saben que hay pocos humanos que quieran tener más de una. En ocasiones estas soledades te engañan induciéndote a compartirlas con otra persona. Ellas no lo saben pero es imposible compartir algo así, sería como compartir una pierna o el bazo.
Y no, no hay transplantes de soledad porque todos los grupos de soledad son incompatibles entre ellos, ni tan siquiera hay transfusiones de soledad, afortunadamente.
No me gustaría una transfusión así, a mis soledades las escojo yo, faltaría más.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Certero como siempre, JM.
Me ha encantado entrar en ese mundo de la soledad.
Hasta ahora nunca le he hecho ascos a la soledad, ya que, como dices se trata de una amiga que muchas veces necesitamos para tirar adelante.
Y también conozco gente que es incapaz de convivir con ella.
Quizás porqué nunca han sido capaces de descubrir que sin ella, muchas veces podemos perder nuestra propia identidad.

jmdedosrius dijo...

La soledad es un activo (por emplear un lenguaje muy al uso ahora dados los tiempos que corren) que nunca se deprecia, aunque no llegará a cotizar en bolsa afortunadamente. No me gustaría quedarme sin la mía en un crack bursatil.
Salud.

Anónimo dijo...

Pudiérase (Y digo pudièrase)que la soledad lleva artículo femenino pues como fiel mujer, nos gusta poder tenerla a nuestro capricho pero si es demasiado solícita, la aborreciéramos enseguida. No es por sentimiento machista, no...Es porque creo que nosotros la entendemos, de alguna manera, mejor, haciéndola nuestra por propio interés y porque ella, entre ellas, no se toleran.
Un saludo

Anónimo dijo...

El termino "soledad" está denostado injustamente. Creo que cierto nivel de soledad es necesario, sano y positivo, pues también uno debe estar bien consigo mismo en momentos de silencio, y como dijo alguien no es lo mismo estar solo que sentirse solo, la soledad impuesta o la soledad elegida, que es la misma soledad solo que cambia la intención y el sabor, la primera terrible, la segunda un placer cada vez más exquisito entre tanto ruido.

jmdedosrius dijo...

Don Fernando, es usted perspicaz, incisivo y asaz inteligente, me ha gustado mucho su analogía y no, no es un comentario machista, es simplemente sensato, como suelen ser sus comentarios en el foro.

Estoy de acuerdo del todo contigo Carmen, sobre todo en que puede llegar a ser un placer...solitario. Je, je, entiendaseme bien.